DE TIN MARÍN

Esta semana hacemos punto y aparte en nuestras publicaciones, hablaremos de las Elecciones.





Durante este año el mundo ha sido testigo de múltiples elecciones. En Oaxaca, México eligieron gobernador, en Colombia, presidente. En Haití, a pesar del terremoto, también elegirán a su próximo mandatario, los peruanos tendrán elecciones municipales.





En Polonia el Sr. Komorowski ganó la presidencia. Hasta el Barça buscó a su nuevo presidente para el Fútbol Club.



Países, pueblos, asociaciones, juntas de vecinos, todos eligen, opinan. Porque todos tenemos algo que decir, todos tenemos DERECHO a expresarnos, a pedir, pero por sobre todas la cosas, todos tenemos el DEBER de votar.

Aún, países inmersos en la desgracia más profunda, quieren disfrutar del derecho civil ganado por nuestros ancestros.




El 26 de septiembre se realizaran las Elecciones Parlamentarias 2010. No importa la opción, el candidato, la tolda política, eso es asunto de la conciencia y las simpatías de cada quien; el punto es VOTAR.

El llamado es el mismo en todo el mundo 
!VOTA¡


AYUDATE, QUE YO TE AYUDARÉ


En la Revista DOMINICAL del pasado 12 de septiembre, en la sección, “La Acera de Enfrente” del psicólogo César Landaeta, hay una carta de un padre preocupado por las agresiones en las escuelas y su angustia por haber criado a sus hijos bajo el precepto de rechazar la violencia. El doctor, le ofrece su acertado consejo, como siempre y en una de las líneas dice “Enséñales a defenderse, pero sin aumentar la escala de agresividad en la que vivimos”.

Una cosa es vivir bajo la filosofía de la no violencia, pero otra muy diferente es ser una víctima resignada ante cualquier agresión. Hasta los yoguis (practicante del yoga) reconocen la necesidad, de sacar a flote el instinto de supervivencia ante una situación de riesgo extremo.

Otra cultura que reconoce, que la violencia no es el camino, es la China. Su historia lo confirma; tanto que para aprender Kun Fu primero hay que respetar a la otra persona. “El Kung fu no se trata de pelear, sino de ayudar a las personas", asevera el Maestro Wu Gang, quien entrenó a los jóvenes actores de la nueva versión de Karate Kid. De hecho es una de las lecciones que se transmiten en la película.

Hasta Dios dijo en alguna parte “Ayúdate, que yo te ayudaré”. El bien más preciado de cualquier persona es su integridad física, la vida; entonces protegerla es la prioridad.

Sin ánimos de entrar en diatribas filosóficas, religiosas o morales, nuestro tema de reflexión gira en torno a la defensa personal y su importancia.

La DEFENSA como tal, es una parte, una herramienta, una acción, un sistema que se usa para proteger a algo o alguien de un peligro. Encontramos así la defensa del auto, el proceso jurídico de la defensa, las defensas biológicas de la naturaleza y la DEFENSA PERSONAL; un conjunto de técnicas que tienen como objetivo detener o repeler una acción ofensiva llevada a cabo contra la persona.
Tenemos dos escenarios en los que se plantea la Defensa personal: El Militar, de gran poder ofensivo (hasta letal) y El Civil, que intenta reducir al adversario de manera segura.

Los fundamentos en los cuales se basa la defensa personal, están reflejados en deportes o variedades de artes marciales. La técnica principal corresponde a los golpes únicos en zonas específicas del cuerpo; luego siguen las patadas, tumbar al oponente e inmovilizarlo. Además hay una gran cantidad de instrumentos, que funcionan para el mismo fin, como los bastones eléctricos y el gas pimienta entre otros. El objeto es neutralizar al agresor y darle a la víctima la oportunidad de huir.

Prevenir es la mejor defensa personal, sin embargo cuando a pesar de las prevenciones, se es víctima de una agresión, lo ideal es reaccionar aplicando algunas de las técnicas antes descritas. El problema está en, que si no conocemos esas técnicas a cabalidad o no estamos seguros al momento de la verdad, lejos de ayudar podría perjudicarnos aun más. Por ello es muy importante crear conciencia, aprender primero a tener Seguridad Personal y luego tomar clases de Defensa Personal.

Las reservas de muchos, es que creen que para hacer este tipo de talleres hay que tener ciertas condiciones física, experiencia en deportes o una cinta de algún color, cuando en realidad el único requisito es apreciar la vida propia y querer aprender.

Chiquitos(as), flaquitos(as), viejitos(as), gordos(as), miopes, incluso con algún defecto físico evidente, son los candidatos el hampa para ser víctimas de sus fechorías.

¿Qué le hace pensar que no es precisamente el requisito, para aprender a defenderse?

Hasta una próxima entrega.

EL SECUESTRO (PARTE III )



Por muchas previsiones, que uno tome siempre hay un grado de azar que nos favorece o nos perjudica, todo depende del azar; y si llegado este punto nos encontramos en una posición de desventaja, aun hay cosas que debemos tener en cuenta y manejar para tratar de controlar la situación.

Algunas recomendaciones en caso de ser víctima de un secuestro:

Recomendaciones para la víctima:

Aunque la retención puede ser por un período muy largo, siempre existirán mecanismos internos para adaptarse y sobrevivir. Las víctimas de secuestro, a lo largo del tiempo de cautiverio, pueden simpatizar e identificarse con su secuestrador o tratar de protegerlo.
Aunque los secuestradores sean corteses y educados, y traten bien a la víctima, nunca se debe olvidar que utilizaron uno de los más abominables recursos para privarlo(a) de su libertad y que están dispuestos a matarlo(a) si las cosas no salen bien. Los secuestradores no merecen la menor consideración. Hay que seguirles el juego. Si dan un buen trato, mejor, pero no puede olvidar que está corriendo un grave peligro en manos de criminales.
La víctima debe intentar establecer conversación con los captores, sobre todo con los que están encargados de la custodia directa y que están viviendo en condiciones similares.
Una relación simple, que no ayude a los delincuentes ni los amenace o los perturbe, puede ayudar a bajar la tensión y hará que, si las cosas salen mal, el delincuente vea a la víctima como persona y no como un objeto desechable.
El cautivo debe conseguir, poco a poco, ciertos elementos que puedan ayudarlo, tales como una radio, una televisión, papel y lápiz para escribir, que no lo encadenen, etc.
El secuestrado debe colaborar con los secuestradores y no ofrecer resistencia física. Al principio, en el momento de la captura, estará en shock y tratará de oponerse a sus captores. Eso es contraproducente. Si ellos dicen: Come tal cosa, la víctima deberá aceptar. No van a envenenarla. Los secuestradores suelen comer y beber lo mismo que el secuestrado.
El secuestrado necesita mantenerse en buenas condiciones físicas. Al estar amarrado durante días o semanas, es necesario que ejercite los músculos en caso de caminar fuera del cautiverio. Podría hacer ejercicios aún si está amarrado, apretando los músculos, cuatro veces por día, cinco minutos cada vez. Estos ejercicios son importantes para la mente y el cuerpo.
Si los secuestradores le suministran un televisor, debe verlo unas tres o cuatro horas al día para evitar ideas obsesionantes que bajan la moral, como: Nadie me ayuda o estoy solo.
El secuestrado tratará de no ofrecer información acerca de su familia, su situación financiera o la de su corporación. Si es el dueño de la empresa puede decir, por ejemplo: Mi contador me da una cantidad por mes, no sé cuáles fueron todas las ganancias del año pasado. Pero quizás los secuestradores lo presionen y tenga que decirles exactamente cuánto podrán pagar por él. Este tipo de información debe suministrarse gradualmente, a lo largo de días o semanas.

Recomendaciones para la víctima en el momento de la captura:

  • Mantener la calma en el momento de la captura y traslado.

  • Poner mucha atención y cumplir todas las instrucciones que le ordenen los secuestradores.

  • Estimar el tiempo, la dirección, la distancia y la duración del viaje hasta el lugar de cautiverio.

  • Memorizar la ubicación, información útil acerca de los secuestradores y características del lugar de cautiverio.

  • No luchar, forcejear ni hacer movimientos bruscos o gritar a menos que esto le garantice su escape.

  • No se preocupe si lo drogan para inhabilitarlo.

  • Prepararse mentalmente para estar en cautiverio durante un largo período.
Recomendaciones para la víctima durante la fase de cautiverio:

  • Informar a los secuestradores si usted tiene un requerimiento especial (medicamento, dolencia y/o impedimento físico)

  • Mantenerse lo mejor alimentado posible.

  • Mantenerse lo más aseado que se lo permitan las circunstancias.

  • Aprovechar cualquier ventaja, o privilegio que le ofrezcan.

  • Desarrollar una buena comunicación con sus captores, pero desconfiar de cualquier información que éstos le suministren.

  • Causar la impresión de tener posiciones poco importantes en la empresa o institución en la que trabaja.

  • Tratar de mantener un registro de lugares, horas y fechas de los eventos importantes durante el cautiverio.

  • Por encima de todo, mantener la entereza y la firmeza mental.

  • Nunca pensar que su empresa o su familia lo abandonaron y se olvidaron de usted.

  • No use la violencia física o la agresión verbal.

  • No antagonizar innecesariamente ni involucrarse en conversaciones sobre temas controversiales o políticos.

  • No dar información que pueda utilizarse en su contra.

  • No intentar escapar a menos que el plan que se haya trazado tenga una alta probabilidad de éxito.

  • Reconocer las técnicas coercitivas de sus captores.

  • Desarrollar un plan de 6 acciones necesarias para sobrevivir: comer, dormir, mantener limpio y aseado su propio espacio, hacer ejercicio, preservar la salud mental y reaccionar ante las emergencias.   
Recomendaciones para la víctima al momento de la liberación:
La liberación es el segundo momento de más alto riesgo en las fases del secuestro, por lo tanto:

  • Ponga mucha atención a las instrucciones.

  • Manténgase alerta a los acontecimientos.

  • Haga planes de emergencia.

  • Piense que algo puede salir mal y retrasar la liberación.

  • No se frustre por el retraso en la liberación.

  • No se relaje hasta llegar a un lugar seguro, sano y salvo.
Luego de su liberación, le tocará rendir declaraciones a las autoridades, medios de comunicación, etc. Es importante realizarse una evaluación médica y psicológica, y determinar si requiere de ayuda o tratamientos.



Fuentes


Centro para la Administración de Justicia Miami
Florida International University
Canal13 programa puente  

El Heraldo de Medellin